La caldera, las lámparas, el horno, la plancha, el microondas… y en verano, suma y sigue, el aire acondicionado, entre otras decenas de aparatos, consumen la energía que llega a tu hogar y esta está limitada por la potencia eléctrica que tengas contratada.
Cuando en casa tenemos contratada una potencia insuficiente la alerta salta rápido… es lo que coloquialmente definimos como “saltarse los plomos”. Si esto sucede con demasiada frecuencia la solución es clara, hay que aumentar la potencia que tenemos contratada.
¿Cómo controlan esto las compañías de la luz? Mediante el ICP (Interruptor de Control de Potencia) que mide la potencia que se está usando en cada momento en la casa. Si esta es superior a lo que se ha contratado con la compañía que hayamos elegido, el interruptor entra en funcionamiento y corta el suministro.
Quedarse cortos a la hora de establecer nuestra potencia eléctrica es un problema, pero tampoco nos beneficia contar con muchos más kW de los que necesitamos. Tener mucha potencia contratada sale muy caro y podemos estar malgastando dinero.
¿Sabes exactamente qué es la potencia eléctrica?
La potencia eléctrica se mide en kilovatios (kW). Concretamente es la cantidad de estos que puedes contratar para surtir tu casa de energía eléctrica.
Cuanta más potencia más pagas y a más potencia que tengas contratada más aparatos podrás enchufar a la vez. Pero la cuestión es si es necesario realmente tener muchos aparatos a la vez en funcionamiento.
Si es factible en tu hogar alternar el uso de la lavadora, el lavavajillas, la aspiradora, la plancha, etc, es mucho mejor que contrates menos potencia para ahorrar. Pueda ser también una buena opción incluso que contrates una tarifa en la que el consumo eléctrico salga más barato en alguna franja horaria (generalmente estas franjas suelen ser de tarde-noche).
Para saber más o menos cuánta potencia eléctrica vas a necesitar en tu hogar tienes varias opciones:
- Consultar a un electricista independiente que analice las circunstancias de tu casa para luego acudir a las compañías eléctricas ya con una idea clara de lo que necesitas.
- Hacer uso de las calculadoras online de potencia que tienen en muchas de las compañías de luz (mejor si haces una comparativa entre lo que te digan en varias).
- Calcularla tú mism@ con esta fórmula:
- Suma de los kilovatios de todos los electrodomésticos de tu casa (puedes conseguir la potencia que demanda cada uno en los manuales de instrucciones de los mismos).
- Multiplica el resultado por lo que se llama el “factor de simultaneidad” (que estará entre 0,22 en las casas en los que se suelan usar pocos electrodomésticos a la vez y 0,33 en las que el uso sea más simultáneo).
- El número resultante será una estimación aproximada de la potencia mínima que debes contratar.
Hay algo que debes saber antes de contratar una potencia, las compañías suelen cobrar una cantidad por hacer cambios en la contratación de la potencia. Especialmente si decides subirla. Así que es importante que tengas claro que lo que estás contratando sea adecuado porque lo que pretendías ahorrarte se puede “evaporar” si están saltando los plomos cada dos por tres y te ves obligad@ a modificar el contrato.