España y verano es una ecuación cuyo resultado es calor… mucho calor, días largos en los que las temperaturas llegan a poner en rojo los termómetros y noches eternas en las que el insomnio es el que marca el ritmo. Por eso el gran aliado de todos en la canícula es el aire acondicionado, un gran invento que llegó para hacernos más liviano todo ese proceso. Pero, como cualquier elemento que consuma energía en la casa, el aire acondicionado genera unos gastos asociados a cuánto lo usamos y, sobre todo, a cómo lo usamos.
En el post de hoy queremos darte las claves para que puedas disfrutar de tu aire acondicionado de la forma más óptima para que tenga el menor impacto posible en cuanto al gasto de recursos energéticos y sea mucho menos gravoso para tu cartera.
Hacer un uso correcto del aire acondicionado beneficia al medioambiente y a tu economía
No es complicado ni laborioso sacarle el máximo partido a tu aire acondicionado. Con unas pocas pautas que pongas en marcha te darás cuenta de cuánto ahorro supone.
Lo primero que tienes que pensar es algo de sentido común y es en usarlo solo cuando sea estrictamente necesario. Tenemos que entender que en verano hace más calor y que la ropa que usemos en casa tiene que ser mucho más ligera. Tener el aire acondicionado puesto y llevar una chaqueta porque sientes frío… piénsalo, no tiene sentido.
Cada persona es un mundo y no todos coincidimos exactamente en cuál es nuestra zona de confort en cuanto a temperatura, pero en principio unos 24 o 25°C es una temperatura media óptima para sentirse cómodo en casa.
Teniendo como base esto que acabamos de contarte, los siguientes tips te ayudarán a sacarle el máximo rendimiento con el menor gasto energético a tu aire acondicionado:
- No lo tengas encendido muchas horas. Procura hacerlo en las horas centrales del día o cuando ya no haya otro sistema de mantener fresca la casa.
- No lo pongas a una temperatura excesivamente baja. Solo servirá para que tengas frío y que el cambio de temperatura al salir y entrar de la vivienda sea muy brusco (no debería de haber más de 12 grados de diferencia con el exterior).
- Puede que al llegar de la calle la temperatura de tu cuerpo te pida fresco inmediatamente. Pon el aire, pero ten paciencia, espera a que la casa se vaya atemperando poco a poco.
- Procura mantener las persianas bajas y las ventanas no muy abiertas en las horas de calor. Y cierra siempre estas últimas cuando pongas el aire.
- Las instalaciones tipo toldo ayudarán también a que el sol no dé directamente contra las ventanas.
- Revisa cada año los filtros.
Sea cual sea tu aire acondicionado, de obra, de split, etc, sigue estas indicaciones y verás cómo tu verano es más cómodo y económico. Olvídate del calor y de los grandes gastos para combatirlo y a disfrutar de todas las cosas buenas que tiene la estación.
