Las calderas de condensación son uno de los mejores sistemas de calefacción y ACS que existen en el mercado.
Su capacidad de aprovechar la condensación que genera el proceso de combustión y usar la energía que se produce para seguir calentando mientras se ahorra en combustible las han puesto en la cima de los sistemas elegidos para calentar los hogares. Su instalación requiere de mucho conocimiento sobre su tecnología y la normativa vigente y de manos expertas, con lo que es importante contar con un profesional a la hora de poner una nueva caldera en nuestra vivienda o local.
Pero hay una serie de requisitos que es conveniente conocer para estar tranquilos y asegurarnos de que quien nos instala la caldera lo está haciendo correctamente y siguiendo la normativa. El conocimiento es poder.
Requisitos para instalar calderas de gas
El primer paso, después de haber elegido el modelo de caldera, es determinar cuántos radiadores vas a necesitar (si es que no están ya instalados con anterioridad). Debes saber que el número y tamaño de estos los determinará el profesional en base al número de habitaciones que haya, la temperatura media a la que quieras mantener la casa y su superficie (normalmente es un radiador por estancia, pero según los metros cúbicos de la estancia requerirá que tenga un número diferente de elementos).
Ten en cuenta que las temperaturas medias recomendadas para el hogar son de alrededor de 20 grados por el día y de 16 por la noche.
Otro de los factores que se deben determinar es el lugar de instalación del electrodoméstico que dependerá de:
- Conexión cercana con las tuberías del agua y del gas.
- Un espacio donde se pueda producir una buena ventilación y salidas de humo adecuadas.
- Una habitación donde el ruido de la misma no interfiera con la actividad diaria y donde no sea un obstáculo para usar espacios de almacenamiento u otros aparatos.
- Observa el ancho de la puerta por donde se va a introducir a la habitación para asegurarte de que la que compras entra sin problemas.
- Si quieres instalarla en exteriores, lee primero con detenimiento el manual del fabricante con el fin de ver si los materiales están preparados para exterior. Ten en cuenta que agentes como los rayos UV, la nieve, el frío, la lluvia o el excesivo calor pueden afectar a algunos materiales.
