Desde el año 2015, a raíz de la Directiva Europea de Ecodiseño ErP, solo se pueden fabricar calderas de condensación, lo que ha hecho desaparecer el resto de calderas del mercado primero y de los hogares después poco a poco, según se han ido haciendo cambios del electrodoméstico en las casas.
Pero, ¿sabes a qué se debe esta norma y por qué han sido elegidas este tipo de calderas como las ideales para conseguir los objetivos marcados?
Empecemos por la norma. ¿Qué es lo que se pretende con esta medida?
La Unión Europea a lo largo de los últimos años ha puesto en vigor una serie de normas dirigidas a la regulación en materia de medioambiente. La Directiva de Ecodiseño es una de ellas y en ella se establecen los requisitos mínimos para las diferentes tecnologías de calefacción.
Respecto a cómo esto ha provocado que las calderas de condensación sean las únicas permitidas para su venta es muy sencillo, gracias su tecnología son las más eficientes medioambientalmente hablando.
Por suerte, además, estas calderas son versátiles y su introducción en el mercado ha sido sencilla ya que son adecuadas para cualquier tipo de instalación.
Ventajas de las calderas de condensación
La tecnología de la caldera de condensación se basa en que el vapor de agua que se genera en su interior, debido al calor y la humedad, se reaprovecha. Además, esto se produce en un contexto en el que la temperatura del agua es menor. Todo ello provoca un menor consumo energético que se traduce en ahorro económico y en menor impacto para el medioambiente.
Para los usuarios las ventajas principales son:
- Mejora en la eficiencia energética: ¿cómo lo hacen? Aprovechando el calor del vapor del agua. Es decir hacen un uso del vapor condensado que en las calderas convencionales se extraía en la salida de humos.
- Ahorro de gastos: el gasto energético menor y la necesidad más baja de combustible produce una bajada asociada en el costo de la factura del gas. Gracias a eso estas calderas, aunque son más caras, se amortizan rápidamente.
- Reducción de los ruidos y de las partículas contaminantes: la tecnología de las calderas de condensación lleva asociada una reducción en el nivel de ruidos que emiten. Esto en mucha parte se debe a que funcionan continuamente, sin parar y arrancar, que es el momento más fragoroso del electrodoméstico, pero también a otro tipo de factores. También hacen una emisión más controlada de gases contaminantes a la atmósfera (específicamente las de óxido de nitrógeno (NOx) y las de dióxido de carbono (CO2).
El dicho reza “menos es más”, pero en este caso se podría aplicar al revés. Tu nueva caldera de condensación puede que sea un poco más costosa que la anterior pero te hará gastar menos, tendrá un impacto medioambiental inferior y emitirá también menor ruido gracias a que son mejores en cuanto a eficiencia energética.
Si estás pensando en adquirir una nueva caldera y necesitas asesoramiento profesional no dudes en contactar con nosotros. Estudiaremos tu caso y te ayudaremos a tomar la mejor elección. Nuestros técnicos ITRSL están a tu servicio.
